La incorporación de un nuevo vehículo industrial eléctrico para la logística de nuestra tienda de la Plaza Abastos de Lorca, busca que los desplazamientos cotidianos tengan el menor impacto ambiental y territorial..
La movilidad sostenible tiene su razón de existir y proyectarse a futuro en la necesidad de facilitar a la sociedad un transporte cuya eficiencia y calidad tenga como consecuencia un impacto positivo en nuestro bienestar.
Contaminación ambiental
El transporte es responsable de más del 30 % de las emisiones de CO2 en la UE, de las cuales el 72 % proviene del transporte por carretera. Los coches son el principal contaminante, con un 60,7 % del total de las emisiones del transporte en carretera de Europa.
La movilidad sostenible es la gran esperanza para que comiencen a disminuir estas cifras alarmantes. Debe ser una cuestión prioritaria en nuestras vidas.
Existe un interés institucional por impulsar la presencia de vehículos eléctricos en las carreteras españolas. El motivo es la baja contaminación de este tipo de vehículos tanto en circulación como en el proceso industrial de creación. La energía eléctrica que lo propulsa es una alternativa a las fuentes de energía tradicionales procedentes del petróleo. El uso de coches eléctricos significa un descenso inmediato de los niveles de contaminación ambiental y mayor independencia energética nacional.
Ciudades verdes
A medida que los vehículos sostenibles le vayan ganando el pulso al uso indiscriminado del coche, las urbes en las que vivimos se irán tornando más agradables.
Hablamos de ciudades verdes: menos carreteras y asfalto generarán más parques, vegetación y un aumento de la limpieza. Por ende, mayor embellecimiento y bienestar para todos.
Ruido
El ruido es otro de los protagonistas inevitables en ciudades con alto nivel de tráfico con altas tasas de contaminación acústica. Pero las alternativas de transporte sostenible generan beneficios evidentes: cada vez más modelos de coche y motos eléctricas se desplazan prácticamente en silencio.
La integración de energías renovables en la recarga de vehículos eléctricos (VE) es una tendencia emergente que promete revolucionar los sectores del transporte y la energía. A medida que el mundo busca reducir las emisiones de carbono y hacer frente al cambio climático, – como podemos ver con el aumento de las ventas de VE en 2024 en algunos países europeos – la combinación de fuentes de energía renovables y la infraestructura de recarga de VE es un paso crucial hacia la sostenibilidad. Este artículo explora la dinámica de esta integración, centrándose en aspectos clave como el desarrollo de estaciones de recarga, los avances en la tecnología de baterías y las implicaciones más amplias para los vehículos eléctricos y la red energética.
La rápida adopción de vehículos eléctricos y la creciente popularidad de fuentes de energía renovables como la solar y la eólica están creando una oportunidad única para la sinergia. Esta integración responde a dos preocupaciones principales:
Reducción de la huella de carbono: Al alimentar los VE con energías renovables, podemos reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero.
- Estabilidad de la red: La combinación de energías renovables y recarga de VE puede mejorar la estabilidad de la red mediante soluciones inteligentes de recarga y almacenamiento de energía.